Virginia Carcedo participó el pasado 7 de noviembre en el primer encuentro Más mujeres CEO, organizado por Canal CEO en el Ateneo de Madrid para la difusión, el debate y el desarrollo del liderazgo con mirada femenina, y donde participaron algunas de las mujeres más relevantes de nuestra economía.
“El liderazgo femenino incluye el valor de lo diferente y el valor de lo singular”.
Virginia Carcedo
Un liderazgo femenino de todas y para todas
Resulta reconfortante, en un mundo donde es tan complicado nadar a contracorriente, toparnos con personas que lo consiguen y que, además, lo hacen enarbolando valores de equidad, inclusión y justicia social. Virginia Carcedo, Secretaria General de Fundación ONCE, es una de ellas.
Escuchar a Carcedo nos adentra en un discurso optimista, que contagia y nos arrastra; pero que, a su vez, se aleja de la autocomplacencia y el conformismo. Esta mujer sabe bien lo que significa liderar para potenciar a las personas, con honestidad, y atesora la capacidad de ver en los desafíos las oportunidades de cambio real.
“Pienso que no estamos tan bien como creemos y que realmente no todo está ganado, el liderazgo femenino tiene que tener en cuenta la interseccionalidad, no solo que somos mujeres, sino que podemos tener discapacidad o vivir en un entorno rural, hay muchos elementos colaterales que ayudan a que el liderazgo femenino pueda serlo”, explicaba Carcedo durante su intervención en el primer encuentro Más Mujeres CEO.
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Una idea del liderazgo: “Para mí hay algo clave: que los ambientes sean inclusivos, friendly con la diversidad, para que podamos desarrollar nuestros caracteres o nuestros modelos de liderazgo”.
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Un consejo inspirador: “Poner en valor la singularidad de las personas y de las mujeres: mujer con discapacidad, mujer migrante, mujer con diferencia cultural (…) Porque el talento no tiene género ni discapacidad”.
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Un objeto simbólico del liderazgo: “Mis pendientes, que son caballitos de mar, un símbolo de lo que es el liderazgo femenino moderno, porque son unos animales muy singulares, de una forma extraña pero bonita, y eso nos ayuda a poner en valor lo diferente, y porque representan la conciliación y la corresponsabilidad, es el macho el que incuba los huevos; los roles se cambian y la mujer y el hombre asumen capacidades diferentes para un bien común y mayor”.
Diversidad dentro de la diversidad
“La singularidad favorece el bienestar emocional”, en palabras de Carcedo. Ahora que corren ríos de tinta sobre la importancia de atender las necesidades de salud mental y emocional de las plantillas en los centros de trabajo, la Secretaria General de Fundación Once pone el acento sobre el papel que juega la inclusión en todo esto.
Hay mujeres de distintas nacionalidades, con distintas culturas o formación en las empresas. En definitiva, el concepto mujeres está ligado al de pluralidad. Y solo un perfil CEO que asuma la cultura de la diversidad será capaz de trazar un plan de carrera y desarrollo para cada una de esas personas, un plan que las potencie y las ayude a llegar hasta donde ellas quieran llegar, y que vele por su bienestar . Porque, como explica Carcedo, “hay muchas diversidades dentro de las diversidades”, y esta realidad exige adaptación y resiliencia.
“No se trata de que la inclusión genere un espacio buenista, sino un espacio que atraiga talento sin sesgos”.
Virginia Carcedo
De hecho, esta directiva pone el foco sobre las limitaciones de adoptar una mirada demasiado encorsetada, incluso occidentalizada, a la hora de gestionar el talento en las organizaciones. Como decimos, Carcedo tiene esa capacidad de vislumbrar los retos más acuciantes incluso antes de que se nos presenten: “Creo que hay dos cambios de paradigma importante: primero, las cadenas de distribución, cada vez van a ser más locales, las vas a tener más cerca; pero el talento, que antes lo tenias al lado, ahora lo vas a tener más lejos, un talento distribuido, y tendrás un problema de culturalidad importante que tendrás que manejar (…) Y segundo, la tecnología, muchas de las cosas que nos definían como personas o a la hora de trabajar ya no las vamos a hacer nosotros, así que tendremos que volver a reconfigurar lo que hacemos como personas trabajadoras y como líderes”.
“En mi organización hemos desarrollado un modelo de cultura inclusiva de alto rendimiento, porque es la cultura la que hace que una organización avance o retroceda”
Virginia Carcedo
Diversidad cultural, fuertes cambios en las expectativas y aspiraciones generacionales, el peso de la tecnología disruptiva…, encontrar un espacio de interconexión con las personas es, ahora, más importante que nunca.